Tradicionalmente, la prensa ha basado sus ingresos en una doble vía de financiación: por una parte, la venta del producto a los lectores y, por otra, el recurso de la publicidad. Con la llegada de Internet, consumidores y anunciantes se han visto afectados, produciéndose una serie de cambios.
A nivel global, la publicidad en la red ha crecido mucho en estos últimos años, acaparando un 10% del total del mercado publicitario internacional. En España, el incremento de los anuncios online es también un hecho. Su despegue se produce en 2006, y ha provocado que, actualmente, Internet sea el tercer medio por inversión publicitaria -se sitúa en 258,1 millones; ha crecido un 4,5% sobre el año anterior-, sólo por detrás de la televisión y los diarios impresos (Infoadex, 2014). Estos datos revelan una migración de la publicidad hacia el entorno digital.
Las previsiones de futuro señalan que, mientras la publicidad en la prensa tradicional descenderá, el volumen de anuncios captado por la prensa online crecerá. Sin embargo, todo indica que la publicidad en exclusiva será insuficiente para garantizar los ingresos que necesita la industria de la prensa. Por un lado, a pesar de su crecimiento, la publicidad en la red sólo representa un pequeño porcentaje del total del mercado de los periódic. Ej: os. Por otro, la inversión publicitaria en la industria de los diarios ha sufrido en los primeros nueve meses de este año una disminución del 2,8% -y, probablemente, seguirá bajando-.
La fuente de financiación -de la prensa- que ha notado un mayor cambio en Internet es la venta del producto. Con las posibilidades que ofrece el medio, ahora los lectores pueden acceder gratuitamente a grandes cantidades de información e, incluso, pueden consumir los mismos contenidos que en las ediciones impresas de pago. Por ello, ya no hay tantos lectores dispuestos a pagar como había antes. La gratuidad supone un cambio en el modelo de negocio de los diarios: deben tratar de atraer a la máxima audiencia posible para atraer así a los inversores y anunciantes. La publicidad se convierte, en este caso, en el único recurso de la economía de la prensa, cosa que puede condicionar los contenidos informativos y hacer que éstos deriven hacia una homogeneización, hacia el predominio de temas sensacionalistas, hacia la pérdida, en definitiva, de la calidad periodística.
El reducido volumen de los ingresos publicitarios online está ocasionando que algunos editores de prensa barajen la posibilidad de poner sistemas de pago para acceder a sus noticias. El éxito de estas fórmulas sólo sería posible si se cumplen estos cuatro puntos clave: que la información sea exclusiva -no accesible en otros sitios web-, que el contenido sea relevante para los usuarios, potenciar la documentación para la mejora del producto periodístico y, por último, que las empresas periodísticas se pongan de acuerdo para ir incluyendo, progresivamente, métodos de pago.
A partir de esta dicotomía pago-gratuidad, Internet permite configurar varios modelos de negocio para la prensa:
- Gratuidad (advertiser-supported): es la fórmula más extendida y convierte a la publicidad en el único recurso de financiación. Ej.; Elpaís.com o Lainformación.com.
- Pago total (pay-wall): basado en el cobro por consumo de información. Permite las suscripciones y el pago por uso. Ej.: The Times online.
- Metered model: permite el acceso gratuito a un número limitado de artículos; una vez superada la cifra -que varía según el periódico-, el lector tiene que pagar. Ej.: The New York Times.
- Freemium: combina el consumo abierto a las noticias de última hora con el cobro por el acceso a información dotada de valor añadido. Ej.: Elmundo.es.
- Donaciones: método poco aplicado que consiste en contribuciones voluntarias para sostener el diario. Ej.: Periodismohumano.com.
Enlaces de interés: http://www.infoadex.es/
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